
Poco a poco voy comprándome los tomos, pero tengo que reconocer que no es lo mismo leer mes mes los cómic-books de 20 páginas, que leerte de una vez un tomo que recopila diez números. Vamos, que he pasado de adorar la serie y los personajes a encontrarme detestándolos, por superficiales, egocéntricos y vanos, protagonistas de una historia que promete mucho al principio sin llevarte a ningún sitio al final. Una pena, porque el inicio y presentación de personajes me gusta mucho, pero después de leer los primeros 5 tomos (no sé cuántos más hay), estoy deseando que haya un buen desenlace; que pase algo, por favor, un poco más sustancial. Da la sensación de que el autor intenta terminar, pero no se decide.
Vamos, que bien podríais decir: "¡¡Pos deja de comprártelos, tía pesá!!", cosa que me autodigo yo también. Pero es que hay una cosa que me arrastra a comprarme un tomo cuando lo veo, irremediablemente. Y es que me da la sensación de que el autor, Terry Moore, se lo pasa pipa con sus personajes, moviéndoles de aquí a allá, creando vínculos entre ellos, dibujándoles con cierta torpeza a veces pero con verdadero entusiasmo, buscando poses interesantes y enfoques diferentes. Y percibir el entusiasmo del autor en un cómic es una cosa tan rara...que le perdono todo lo demás. =^..^=