lunes, 7 de junio de 2010

Amiens...la crónica.


¡Pues hemos regresado! Ha sido un fin de semana de lo más intenso...¡y calurosísimo! Quién se iba a imaginar que por esos lares el Lorenzo apretara así, madre mía.
Amiens es precioso y tiene un montón de lugares "con encanto" (como pone en las guías de viajes, jeje), sobre todo su gran catedral, y el río Somme, con sus terracitas y restaurantes...

La torre Perret. No está ardiendo, sino que me he pasado con los brillos. Está muy cerca del hotel en donde nos alojamos, y cerquita también de la Casa de Julio Verne, que finalmente no pudimos visitar...
Dentro de la catedral: las cositas del buen rollo cristiano.

Ahí al lado del fantasma del hombre churruscado estoy yo...a lo lejooos.

Más cositas de buen rollo: gente con la cabeza en la mano.

¡Y se acabó el turisteo! El viernes entero lo dediqué a dar unas charlas a los institutos (podríamos decir de FP) de la zona. Ni que decir tiene que sin el buen hacer de Elsa, que acabó sabiéndose de memoria mi biografía, no hubiera podido decir ni media. Fue toda una experiencia, amigos, y más si tenemos en cuenta que...¡no preparé nada de nada porque soy idiota y olvidé completamente que tenía que hacer este trabajo!!! ¿Se puede ser más albóndiga, niños y niñas?

El pánico fue tremendo pero me sobrepuse y al final dimos unas charlas bastante completas y la chavalada parece que quedó contenta y satisfecha, menos mal.

Haciendo dibujitos después de una de las charlas.
Tras otra charla, los niños me acosan salvajemente. Qué miedo.


Después de las charlas nos dimos un paseo...para refrescarnos, vaya


A punto de mangar una bici mu chula.


Y el sábado, ya en el salón, a hacer dedicaces como está mandado. Ehhh...pero, ¿y quienes son éstos que están al lado del afiche de Talismán...?

El salón estaba puesto fenomenal, los autores tenían mesas gigantes y muy cómodas, y el recinto (la Biblioteca de la universidad Julio Verne) espacioso y muy bien dispuesto. Aunque no hubo aglomeraciones, la verdad es que no paramos de firmar en todo el día, y nosotros tan contentos, mira tú.


Otra sorpresa: a los autores que visitan el salón de Amiens por primera vez, les hacen una placa con su nombre...¡qué ilusión! Me emocioné y todo, de veras. Ya estoy a la altura del Payaso Fofó. Nótese la hermosa gata decorativa.

En resumidas cuentas: un salón para no olvidar. Muchos besos y recuerdos para Elsa (¡la mejor traductora del mundo!), Pascale (Director de la organización, más majo que las pesetas), Regis y Marie-Tère (hicieron de amables chóferes), Riff (qué artistazo, madre), Tony Sandoval (otro artistazo), Gradimir y Zorica (una pena despedirse con prisas; prometemos dar más valor a Joselito y a Sarita Montiel X-D); y los que ya no me acuerdo de sus nombres, porque allí se han reunido la flor y nata, señores. Besos a tutiplén. Y si queréis ver más fotos, irse al blog de Gabor.




Y a la vuelta, el domingo, una pequeña alegría en mi jardín.

jueves, 3 de junio de 2010

Salón de Amiens


Después del desgraciado percance que Gabor y yo sufrimos hace un mes (nos robaron en el aeropuerto cuando íbamos al salón del libro en Ginebra y nos quedamos en tierra llorando como dos ñiños chicos), parece que hoy sí que nos ponemos en marcha y esta tarde volamos rumbo a Amiens, a firmar como está mandao. Esta vez, eso sí, llevamos las carteras/bolsos/documentación vital bien agarradicas, no vaya a ser que hagamos el pringao dos veces seguidas.

¡A ver qué tal se nos da! Aunque estoy segura de que será un viaje genial. Por mi parte, tengo ya ese run-run en el estómago, esas mariposillas revoltosas, que padecen todos los seres super sedentarios como yo, que además de no tener costumbre de ir más allá de Mojácar, en el avión pasan mucho miedo y se tiran todo el viaje mirando fijo a las azafatas con ojillos húmedos. Ay.

A la vuelta contaremos qué tal ha ido todo, aderezado con hermosas fotos, espero.